El menisco es un fibro-cartilago colocado entre el fémur y la tibia. El fémur es convexo, mientras que la superficie del platillo tibial es plana. La congruencia biomecánica entre ambos sólo se puede hacer con un triángulo, el menisco.
Es una estructura que sigue al fémur y a la tibia en los movimientos de flexo-extensión y rotacionales de la rodilla. Sirve para hacer la rodilla más congruente, ayuda a la estabilidad de la rodilla, protege al cartílago articular de la tibia y el fémur repartiendo mejor la carga del peso del cuerpo.
El menisco es raro que se rompa en un golpe directo. Lo más habitual es que se produzca en movimientos de giros, giros con carga, mal apoyo, al resbalar, etc.
Entre las profesiones de más riesgo están los mineros, fontaneros, soldadores, albañiles o mudanzas. De los deportes son: futbolistas, jugadores de baloncesto, balonmano o rugby.
Dolor al realizar determinadas posturas, limitación dolorosa de la movilidad de la rodilla, derrame, falta de fuerza y chasquidos.
Ya no es necesario abrir la rodilla ni quitar el menisco entero. Mediante cirugía artroscópica es posible realizar resección parcial del menisco dejando restos estables, fijos, congruentes y no degenerados que permitan realizar parcialmente la función del menisco.
Se introduce una óptica de aumento conectada a una cámara de vídeo que nos da una visión detallada del interior de la rodilla para delimitar bien la características de la lesión y aplicar el instrumental preciso: pinceria adecuada, condrotomo motorizado, electrocoagulación y vaporización meniscal por radiofrecuencia y grapas biodegradables.
El menisco es una estructura fibrocartilaginosa mal vascularizada. En raras ocasiones, el menisco se rompe en la zona más pegada al ligamento (zona vascular) y es posible la reparación con grapas biodegradables pero la cicatrización no está asegurada y el tiempo de recuperación es mucho más prolongado. En la mayoría de los casos, sería necesaria una segunda operación porque la cicatrización sólo ocurre en un pequeño porcentaje. El deportista no puede arriesgarse.
Lo normal es que el cuadro de dolor no ceda, que se mantengan derrames articulares intermitentes. La rodilla no tiene una función articular correcta con un deterioro cartilaginoso progresivo. No es posible llevar la rodilla a movimientos extremos por lo que no se podría ejercitar deportes ni determinadas profesiones.
Dependerá de la actividad que se realice y de la posible patología asociada que se encuentre en la rodilla: lesiones condrales en rótula, en cóndilo femoral o en platillo tibial. Normalmente, oscila de 3-5 semanas para el menisco interno y de 5-7 semanas para el menisco externo.
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